El Renacimiento surgió en Italia, en las ciudades del centro y norte de Italia como Florencia, Milán o Venecia. De ahí se extendió por todo el territorio italiano y, más tarde, por el continente europeo.
Tiene dos fases principales:
Quattrocento (siglo XV): En esta etapa la actividad artística se centró sobre todo en la ciudad de Florencia, donde los Médici ejercieron su mecenazgo.
Cinquecento (siglo XVI): El centro artístico se trasladó a Roma, a partir de esos momentos serán los Papas los principales promotores del arte.
En el Quattrocento (siglo XV), la ciudad más importante fue, sin lugar a dudas, Florencia. Esta ciudad se puso en cabeza del movimiento renacentista, como bien podemos ver en las obras arquitectónicas de Brunelleschi (que realizó la cúpula de la catedral de Florencia y el palacio Pitti) o León B. Alberti.
En escultura destacaron Ghiberti y Donatello (siendo el David una de sus obras más reconocidas). Mientras que en pintura destacan, entre otros, Masaccio y Botticelli (con su conocida obra el nacimiento de Venus).
La catedral de Florencia, Santa Maria dei Fiori. Destaca la impresionante cúpula levantada por el arquitecto Filippo Brunelleschi entre 1420 y 1436.
En el Cinquecento (siglo XVI), Roma se convirtió en el centro artístico más impor- tante de Italia, en gran parte gracias al enorme impulso artístico que dieron los Papas, que comenzaron un gran número de construcciones. Sin duda la más des- tacada fue la basílica de San Pedro del Vaticano, diseñada por Bramante y con- tinuada por otros artistas como Rafael o Miguel Ángel (que realizó el proyecto de la cúpula).
En escultura, sin lugar a dudas, destaca Miguel Ángel, que realizó obras como el Moisés, el David…
En pintura, de nuevo, nombramos a Miguel Ángel, que realizó las pinturas de la Capilla Sixtina. Otro gran pintor de la época fue Leonardo Da Vinci, el cual inventó la técnica del sfumatto (difuminado) que se observa en obras como la última cena o la Gioconda. Finalmente, también sobresale Rafael, el cual pintó obras como la Escuela de Atenas o varias Vírgenes con el niño.
La escuela de Atenas, realizada entre 1509-1511. Se encuentra dentro de las estancias de los Museos Vaticanos.
El Moisés de Miguel Ángel, creada entre 1513-1536. Se encuentra en la iglesia romana de San Pietro in Vincoli.
En los Países Bajos, la manifestación artística más importante fue la pintura. Allí nace, en el siglo XV, la escuela flamenca.
Los artistas que iniciaron el movimiento fueron los hermanos Van Eyck, que pintaron juntos el políptico del Cordero místico. Uno de ellos, Jan Van Eyck pintó retratos como por ejemplo El matrimonio Arnolfini.
Otros artistas flamencos importantes fueron Roger van der Weyden, que pintó El Descendimiento o El Bosco, un pintor con una técnica muy peculiar que criticaba a la sociedad de su época con unas obras llenas de seres fantásticos y caricaturas, tal y como se observa en El jardín de las delicias.
En Alemania, destacamos a Alberto Durero, con sus autorretratos o Adán y Eva.
ARRIBA. Adán y Eva de Alberto Durero, 1507.
IZQUIERDA. El matrimonio Arnolfini de Jan Van Eyck, 1434.
En España, el Renacimiento llegó de forma tardía y no se impuso del todo, conviviendo con formas góticas y mudéjares, además de conservar como principal temática la religiosa.
En arquitectura, se observan tres etapas diferenciadas, el Plateresco (fachada de la Universidad de Salamanca), el Clasicismo o Purismo (fachada de la Universidad de Alcalá de Henares) y el estilo Herreriano (Monasterio del Escorial).
En escultura, destacamos, entre otros, a Alonso Berruguete (Retablo de la Catedral de Toledo).
Finalmente, en pintura, destaca, sin lugar a dudas, El Greco, un pintor con una visión del arte muy particular, como se observa en el alargamiento de sus figuras. Entre sus obras más conocidas encontramos las siguientes: El Expolio, el entierro del Conde Orgaz o el caballero de la mano en el pecho.